lunes, 11 de agosto de 2014

Hoy es aquí

Aquí, donde no duelen las luces
ni brilla el silencio,
donde dos es múltiplo de siempre
y no hace falta
comprobar la operación.

Aquí, sobre este sofá que es trinchera,
entre poemas de Salinas
y canciones de Sabina
y esta piel muerta de sed.

Aquí, donde llegaste furtivo
para dar tregua al olvido
en la guerra de vivir
contra el país del ayer.

Aquí, donde se esconde el miedo
asustado de asustarse,
donde las palabras duermen
mientras los cuerpos deciden
entablar conversación.

Aquí, donde cualquier momento
es motivo del siguiente
y la cama confidente
del secreto del deseo
que entre los dedos te grito.

Aquí, habitando en este espacio
que se espacia día a día
para dar cabida a todos
los enigmas y certezas
que ocupaban los rincones.


domingo, 3 de agosto de 2014

Amami, Alfredo

Cadascu té les seves teràpies. Una de les meves, possiblement la principal, és l'òpera i en hores baixes sóc capaç d'escoltar La Traviata dues o tres vegades seguides.
Igual que en el tema de les teràpies, en això de l'òpera hi han preferits i oblidats, estimats i ignorats: Aquesta Traviata va ser enregistrada al Festival de  Salzburg el 2005 per la que és la meva cantant preferida de entre totes, l'Anna Netrebko, fantàsticament acompanyada per en Rolando Villazón i amb el valor afegit -sempre pel meu gust- de comptar amb un escenari clar, minimalista, net, amb un vestuari senzill i actual i amb un absolut protagonisme de la música i les veus, brillant en el cas de l'Anna.
Dos enllaços, dos fragments i la bellesa...

Amami Alfredo


Addio del passato


Detonantes

Todas las decisiones que tomamos, todas las acciones que emprendemos, todos los momentos que nos obligamos a vivir necesitan de un detonante. Solemos achacarlo todo a un cúmulo de oportunidades, posibilidades, aciertos o errores, pero en realidad sólo hay una cosa, un único instante en el que tomamos la decisión precisa. Cuando eso sucede ya no hay marcha atrás. Ya no hay posibilidad de cambio en la trayectoria porque hemos alcanzado el famoso punto de no retorno: ese lugar exacto en el camino en el que, tras elegir entre los distintos desvíos, sortear obstáculos y acatar prohibiciones, se convierte en una línea recta, cuesta abajo.
Es sencillo: ni siquiera es necesario ya dar gas, simplemente con mantener el pie en el acelerador sin presión, sin frenar…
Solemos fingir, además, que nos sorprende haber llegado a ese punto, pero no deja de ser una elección consciente. Más consciente que elección.
En la mayor parte de las ocasiones habríamos elegido otro rumbo, habríamos querido poder tomar otra dirección al llegar a la encrucijada, pero una vez en la ruta, sabemos ya dónde iremos a parar. Lo que nos sorprende no es el detonante, sino el momento en que llega, o de qué modo lo hace.
Decía Jardiel Poncela "Cuando tiene que decidir el corazón es mejor que decida la cabeza"  es posible que se refiriese a que el corazón a menudo es incapaz de percibir la cercanía del momento o la oportunidad o la conveniencia. El corazón no es apto para interpretar las señales; el cerebro, sin embargo, sabe en qué momento se ha repartido la última carta del juego y qué mano tiene cada jugador.

Y sabe que debe jugar.
Y cuando.
Y de qué modo.
Y las consecuencias de ganar o perder esa mano con esa última carta que ha aparecido y que decide el final del juego.
Con esa última carta que puede presentarse de mil formas distintas: una llamada o un silencio, una sonrisa o una lágrima, una presencia o una ausencia, un enfado o una alegría, una conversación serena o el simple comentario que confirma lo que uno temía.

Y con esa última carta, se juega.

Què faig? La truco?